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Ataques de Epilepsia en nuestras mascotas

Explicado por expertos veterinarios, la epilepsia se caracteriza por ser un trastorno encefálico primario, donde ocurren convulsiones recurrentes sin evidencia de daño cerebral directo. Este fenómeno, que afecta principalmente a perros, aunque también puede presentarse en gatos, se suele observar entre los 6 meses y los 5 años de edad, lo que sugiere un componente genético en su desarrollo.

Es esencial realizar visitas regulares al veterinario para detectar cualquier signo temprano de epilepsia u otros problemas de salud, ya que esta afección puede representar un riesgo significativo para la salud de nuestras mascotas. Durante un episodio epiléptico, se produce una actividad eléctrica anormal en el cerebro, lo que puede ser desencadenado por diversos factores, como la excitación o la pérdida de inhibición neuronal.

Es importante destacar que los ataques epilépticos suelen manifestarse durante la noche o en las primeras horas de la mañana, y su frecuencia tiende a aumentar con el tiempo si no se aborda adecuadamente. La duración típica de un ataque puede oscilar entre 30 y 90 segundos, y su intensidad puede variar según el individuo y la situación.

Por tanto, para garantizar el bienestar de nuestras mascotas, es fundamental estar atentos a cualquier señal de epilepsia y buscar tratamiento veterinario especializado en caso de necesidad.

Es crucial comprender las diferentes etapas de la epilepsia para poder reconocerlas y brindar ayuda a nuestra mascota:

  1. Fase Prodrómica: Presente en el 10% de los perros, precede a la convulsión y se caracteriza por inquietud durante minutos o incluso días.
  2. Fase Aura: Dura segundos o minutos antes de una convulsión. Implica una disfunción conductual, motora y sensorial, con convulsiones focales que rápidamente se generalizan.
  3. Fase Ictus: Durante la convulsión, el animal pierde la consciencia y experimenta contracciones musculares intensas y generalizadas, acompañadas de movimientos de cabeza, pedaleo y salivación excesiva, e incluso pérdida de control de esfínteres.
  4. Fase Post-Ictal: Puede durar horas o días después del ataque, y se caracteriza por cambios de conducta, fatiga, dificultad para caminar y, en ocasiones, agresividad.

Es esencial entender que no todos los perros que experimentan convulsiones son epilépticos. Se debe realizar un diagnóstico exhaustivo para descartar otras causas. Los perros con epilepsia pueden llevar una vida normal con un tratamiento adecuado para reducir la frecuencia de los ataques. Es fundamental estar informado y capacitado para reconocer los signos y fases de la enfermedad y buscar ayuda veterinaria para el diagnóstico y tratamiento correctos.

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