Si tienes un felino en casa, te interesará lo que te vamos a contar en este artículo sobre cómo abordar sus comportamientos agresivos con familiares. No es una conducta común, pero tampoco es inaudita. Por lo tanto, es importante que estés preparado para enfrentar este problema. A continuación, te explicamos la raíz de este inconveniente y posibles soluciones. Toma nota.
¿Por qué un gato se vuelve hostil con sus dueños? En primer lugar, te recomendamos que no lo tomes como algo personal si tu mascota muestra signos de irritabilidad hacia ti. Estas reacciones, en cierto modo, son inherentes a la naturaleza de estos animales.
Debes tener en cuenta que los gatos son criaturas muy territoriales. Disfrutan de estar solos durante largos periodos y tener su propio espacio. Por lo tanto, a veces no toleran invasiones en su zona de confort, ni siquiera de personas familiares.
En cuanto a las razones que pueden originar esta agresividad, es importante explorar las circunstancias que ha experimentado el animal. Por ejemplo, puede haber tenido experiencias previas que lo hayan vuelto reacio al contacto humano.
Los gatos tienen memoria de situaciones que les han causado malestar. Los maltratos les dejan traumas a largo plazo, mientras que incidentes aislados se olvidan más fácilmente.
Por tanto, es necesario que estés atento al entorno de tu gato. En este sentido, puede ser útil llevar un registro de las acciones que desencadenan sus reacciones violentas. Comparándolas, podrás sacar conclusiones.
¿Cuáles son los motivos que pueden hacer agresivo a un gato? Es momento de profundizar en las causas específicas que están detrás de la agresividad felina. Presta atención.
Por un lado, el miedo los lleva a adoptar una postura defensiva. Identificarlo es fundamental. Puedes observar si su pelaje se eriza, si sus orejas se vuelven hacia atrás o si sus pupilas se dilatan. Si el miedo está relacionado con las personas, es posible que lo expresen contigo.
Tu mascota también puede experimentar estrés. Si ha sido regañada, podría sentir ansiedad que la lleve a reaccionar bruscamente.
Otra situación que puede desencadenar agresividad es el dolor. Si no les agrada la forma en que intentas ayudarlos, podrían atacarte.
También es posible que tu gato reaccione de manera impredecible si se siente acosado por una persona más fuerte que tú. En este caso, pueden volverse contra ti por considerarte vulnerable.
Asimismo, los gatos pueden volverse agresivos si han aprendido patrones de juego inapropiados que no les han enseñado a moderar sus instintos de caza.
Por último, es importante tener en cuenta que un gato puede rechazar tus caricias como forma de comunicar que en ese momento no desea ese tipo de contacto.
¿Cómo puedes controlar la agresividad felina? Es fundamental ser observador, comprensivo y paciente. En primer lugar, respeta el espacio de los gatos y no los invadas sin su consentimiento. Si decides hacerlo, prepáralos adecuadamente.
Intenta actuar de manera natural, estableciendo horarios y rutinas. También puedes impregnar tu ropa con olores que le resulten agradables. Ten a mano sus golosinas y juguetes para facilitar interacciones pacíficas. Nunca recurras al castigo físico.
En resumen, estudia el comportamiento de tu mascota para evitar conflictos con ella. Respeta su territorio y, si decides ingresar en él, gánate su confianza.