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¿Como cuidar a mi gatito de edad avanzada?

Con la apropiada combinación de alimentación adecuada, asistencia médica y ajustes en el entorno doméstico, podrás atender sin inconvenientes a tu felino de edad avanzada y respaldar su bienestar. Cada fase de la vida de tu gato conlleva satisfacciones y desafíos exclusivos, especialmente conforme avanza en edad. Los cambios físicos y conductuales que se manifiestan a partir de los 10 años implican la necesidad de adaptar su entorno, actividad física y dieta para brindarle apoyo en esta etapa final de su vida.

Los felinos suelen vivir un promedio de 15 años, aunque no es infrecuente que alcancen los 20 años, lo que equivale a una edad humana de 96 años. Normalmente, alrededor de los 11 años, comenzarás a notar señales externas de envejecimiento en tu gato, y sus exigencias nutricionales también experimentarán cambios.

Entorno de tu gato anciano

Conforme tu gato envejece, es probable que sus articulaciones comiencen a deteriorarse y pueda desarrollar artritis. Puede volverse menos activo, presentar inestabilidad en las extremidades o enfrentar dificultades para moverse y saltar desde sus sitios preferidos.

Puedes facilitar el cuidado de tu gato veterano instalando rampas o escalones hacia los lugares elevados donde le gusta descansar, y asegurándote de que su área de descanso sea especialmente acogedora para que pueda descansar adecuadamente. Una bandeja de arena con bordes menos profundos puede resultar beneficiosa para que los gatos mayores no se esfuercen demasiado al entrar y salir.

Proporcionar acceso fácil a la comida, la bandeja de arena y agua fresca (por ejemplo, colocándolos en cada nivel de la vivienda) también puede reducir la tensión y el estrés en su sistema. Además, es importante evitar cambiar bruscamente cualquier aspecto de su rutina, ya que esto podría agravar cualquier dificultad cognitiva que pueda experimentar.

Actividad física y cuidado personal de tu gato anciano

El dolor o la sensibilidad en las articulaciones pueden reducir la movilidad de tu gato y hacer que sea menos receptivo a las interacciones humanas. Si experimenta dolor, es probable que reaccione negativamente al ser manipulado; además, los gatos mayores suelen padecer trastornos cognitivos que pueden volverlos menos sociables.

Sin embargo, mantener la actividad física de tu gato veterano es fundamental para preservar un peso saludable. Estimularlo suavemente a jugar con sus juguetes favoritos durante el día puede ser una manera sencilla de fomentar su ejercicio y contribuir a establecer un patrón de sueño más regular al cansarlo durante el día.

La disminución de su flexibilidad puede hacer que los gatos mayores tengan dificultades para asearse adecuadamente, por lo que es crucial cepillarlos con regularidad para eliminar el pelo muerto y mantener su piel en buen estado.

Dieta de tu gato anciano

El sentido del gusto y del olfato de tu gato se reducen con la edad, lo que puede provocar una disminución en su apetito. Si sufren problemas dentales que les dificultan comer, es probable que comiencen a perder peso. Para prevenirlo, los alimentos altamente sabrosos y de textura suave son una buena opción para los gatos mayores, ya que son más fáciles de ingerir y más atractivos.

Es fundamental que la dieta de tu gato mayor contenga nutrientes específicos para aliviar los síntomas del envejecimiento y retrasar la aparición de enfermedades relacionadas con la edad:

  • Glucosamina, sulfato de condroitina y EPA/DHA, junto con extracto de mejillón de labios verdes, pueden mejorar la movilidad en los gatos ancianos y promover la salud articular.
  • Antioxidantes para apoyar la función antioxidante.
  • Menores niveles de fósforo para favorecer la salud y la función renal.
  • Proteínas de fácil digestión para respaldar la digestión en gatos mayores, así como pulpa de remolacha con efecto prebiótico beneficioso y EPA/DHA para mantener la salud digestiva.

Visitas al veterinario con tu gato mayor

A partir de los 10 años de edad de tu gato, es recomendable visitar al veterinario cada seis meses. De esta manera, cualquier problema potencial puede detectarse rápidamente. Si observas que tu gato bebe más agua de lo habitual, orina con mayor frecuencia, tiene dificultades digestivas significativas, presenta cambios de comportamiento o notaste bultos en su cuerpo, asegúrate de llevarlo al veterinario de inmediato, ya que podrían ser signos de enfermedades subyacentes.

Siguiendo estos consejos simples, podrás brindar apoyo a tu gato mientras se aproxima a sus últimos años. Si tienes alguna duda, no dudes en consultar a tu veterinario, quien estará encantado de ofrecerte toda la ayuda que necesitas.

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